lunes, 20 de abril de 2020

Está solo...

Está solo, lejano,
se está muriendo solo en la alta noche,
está solo, es hermoso,
lo obsesionan el mar, la muerte, los relojes,
lo obsesiona mi nombre
pero olvida la sombra de mis ojos.
Cabo de las tormentas,
ahora que he doblado,
qué importa, qué me importa
que está muriendo lejos,
que se siga muriendo lejano en la alta noche
qué importa, qué me importa que se muera
y piense estoy viviendo.
El tiempo no es un río que canta
es un pantano.
Él se va terminando,
yo también,
todo, todo,
él se va terminando en la noche
y yo lo amo
y quisiera, quisiera.
No es un río que corre,
lo cruzamos,
nos vamos deshaciendo,
sus manos,
su obsesión por los nombres, las cosas, el silencio
y esa palabra Tiempo que le oprime la frente.
Nos vamos deshaciendo.
Ah, tomarse de algo.
Él se muere, se muere.


Idea Vilariño (1944)

martes, 7 de abril de 2020

LA NOCHE

En el silencio de esta noche he apagado la luz y,
fatigado, pienso en el cuerpo de mi hermana:
la cabeza soñadora, quejándose,
los ojos luminosos, abiertos como lámparas, la boca rota y
roja, llamándome, rezando...

¡Qué blanca camisa y la toalla alrededor de su cabello!
¡Qué oscuro ángel parecía, andando moribunda, por la carretera!

¡Cómo mantuvo el aliento hasta llegar, de nuevo a mí, y darme la última benevolencia de sus labios:
"no te preocupes, anochece y nadie nos ha visto..."!

¡Qué silencio después!
¡Qué pies los míos más desorientados!
¡Qué tiniebla imborrable!

¡Qué lejos,
qué lejos el amor y nuestra casa!



Isla Correyero